Las tradiciones se mantienen año tras año, y hay una fiesta que se celebra en muchos puntos del globo y que tiene como premisa la de divertirse con pasacalles, disfraces, música y mucho color. Sí, estamos hablando de los carnavales, y como fiesteros que somos nos encanta esta fecha en el calendario.
Toda fiesta tiene su tradición gastronómica, ya lo vimos en Navidad tanto en España como en el resto del mundo. Así que es tiempo de repasar aquellos platos que suelen comerse con motivo de esta celebración.
Empezaremos por España, para seguir por algunos rincones del globo donde el carnaval, como sucede en Brasil, Tenerife o Venecia, se celebra por todo lo alto. Avisamos, recomendamos leer este post después de comer.
De ruta carnavalesca por España
Si existen dos lugares donde se respira carnaval en sus calles, es por un lado Canarias y por otro Cádiz. Del primero destacamos la miel por encima de todo. Así tienen las sopas de miel a base de pan, miel de caña, canela, matalahúva y corteza de limón.

Sopa de miel
Del segundo nos quedamos con la pestiñada, la erizada, la ostionada, la pulpada, la ortigada, la berzada, o la panizada, además del pescaíto frito y las tortillitas de camarones, y las conocidas tortas del Carnaval de Olvera. Todo ello muy popular entre las peñas.Y si pensamos en cocina de aprovechamiento, la cuajada de Granada se lleva la palma, puesto que está realizada a base de los restos de los mantecados navideños.

Cocido de entroido
En Galicia y Asturias nos vamos hacia platos contundentes como el cocido de entroido, elaborado con garbanzos, patatas, berzas, repollo, gallina, lacón, rabo, panceta y chorizo. De postre, algo tan típico como las orejas de carnaval, con harina, huevo, mantequilla y azúcar. O las casadiellas, los frisuelos o fayuelos en tierra asturiana.

Farcit
En Cataluña es popular el Farcit, una preparación donde el estómago de cerdo se rellena de carne picada, huevos, uvas pasas y pan. También la botifarra d’ou, al igual que la coca de Llardons que, aunque nos choque, es un postre hecho con hojaldre, chicharrones y huevo que se cubre con piñones y azúcar.

Coca de Llardons
Los buñuelos, que son muy populares en muchas regiones de España, quizás tengan su mejor referente en Las Águilas, Murcia, donde se celebra el Carnaval más emblemático de toda la región.
Si nos vamos a Castilla León y La Mancha, las flores de carnaval son muy típicas, con un origen que puede deberse a imitar la cruz de Calatrava.
Como dato curioso, en Aragón, tienen un dicho “Jueves lardero, longaniza en el puchero”. Y es que el último jueves antes de la Cuaresma se considera el inicio de los carnavales. Como la frase indica, lo importante es la grasa, ya sea en forma de morcilla, chorizo o la misma longaniza.

Ensaimada de carnaval
En Baleares no podían faltar las ensaimadas, pero en este caso la típica de Carnaval es con sobrasada y calabaza pero no rellenando sino por encima.
Extremadura también apuesta por los platos con carne grasa. Así, los domingos de Carnaval suele comerse la sopa de Antruejo, que lleva codillo, chorizo, huevos cocidos, cebolla y pan.
Y no podemos olvidarnos de las sardinas, tan tradicionales del miércoles de ceniza, ya que en muchos pueblos y barrios se suele acompañar el evento del entierro con una degustación de las mismas hechas a la brasa.
Los carnavales en el mundo
Los más conocidos son sin duda los de Brasil, los de Venecia y los de Nueva Orleans. Pero este post nos va a ayudar también a conocer otras latitudes donde se celebra este festival tan animado.

Berlinas
En Alemania, aunque no lo parezca, es muy popular su Karneval, Fastnacht o Fasching, que depende según la zona, y que se caracteriza por celebrar pasacalles con carrozas desde donde se tiran caramelos (sí, como la Cabalgata de Reyes en España), acompañados de bandas de música y donde todos van disfrazados. Como punto divertido, suelen rellenar berlinas con mostaza y cebolla, que mezclan con las tradicionales rellenas de mermelada. Al que le toque, ¡sorpresa!, y no muy agradable.
El Pancake Day, en Reino Unido, se celebra el martes de Carnaval. La idea es comer tantas tortitas como se pueda, para llegar saciados a Cuaresma y evitar la tentación.

Feijoada
Si viajamos a Brasil, que ya nos gustaría en Carnaval, el plato típico es la feijoada. Muy contundente ya que está basado en frijoles negros, tocino y carne en salazón, se suele comer en las casas después de los desfiles, aunque haga calor, el cuerpo lo agradece tras la gran fiesta.

King cake
Si de ahí subimos a Nueva Orleans, en EEUU, no podemos perdernos sus tartas reales o king cakes. Por ejemplo el más común es un anillo trenzado que va cubierto con glaseado en colores verde, morado y oro, que son los colores de su Carnaval.

sanguinaccio dolce
En Italia también degustan muchos platos por Carnaval. Los más curiosos son los basados en el cerdo. Así tienen los chiacchiere, que son pasteles desmigados, fritos y cubiertos de azúcar, cuyo origen viene de la Antigua Roma, cuando se freían en la grasa del cerdo. Por otro lado los sanguinaccio dolce, una crema de chocolate fundido que se toma con bizcochos de soletilla y, como también es típico de las filloas gallegas en esta festividad, ¡sangre!.

Favette venecianos
También son populares los favette venecianos, que es lo más parecido al buñuelo que conocemos.

Fasnachtschüechli
Aunque es un país pequeño, Suiza también tiene su tradicional Carnaval. Entre su especialidad, la sopa de harina y el Zwiebelwähe, que es una tarta fina de queso y de cebolla. Pero si nos vamos al dulce, tienen unas tortas que recuerdan a las orejas de esta latitudes, llamadas Fasnachtschüechli.

Zwiebelwähe
En Francia, como en Luisiana, se celebra el Mardi Gras, o martes graso que da por terminadas las fiestas antes de la abstinencia de cuaresma. Se comen guenilles o bugnes, muy parecidos a los buñuelos, gofres y sobre todo crêpes.
Como hemos visto, en todas las regiones, se trata de saciar el estómago con comida contundente antes de la cuaresma. Con la carne, sobre todo la de cerdo, como protagonista. Y es que la palabra Carnaval, está ligada a la palabra carne. Del italiano “carnevale”, o lo que es lo mismo, “adiós a la carne”.