Dicen las estadísticas que diciembre es el mes donde más pedidas de matrimonio se realizan. Con las fiestas, las reuniones familiares, el amor que se respira, no es de extrañar que las parejas decidan dar el paso para casarse.
Y entonces llega ese momento, cuando la pareja ya ha decidido más o menos en qué mes del año quiere darse el sí quiero y cómo quiere que sea su ceremonia, si civil o religiosa, donde comienza la búsqueda del lugar de celebración. También es importante estimar desde un principio el número de invitados. Así como el presupuesto.
En este punto es realmente donde la figura de la wedding planner debería aparecer. Son muchos quienes la contratan desde un principio para que aconseje a los novios sobre los lugares para celebrar su unión, ofreciendo las mejores opciones gracias a su experiencia en el sector.
Elegir el lugar para festejar la boda es la tarea más importante cuando comienzan los preparativos. Y es que tiene que adaptarse a las necesidades de la pareja y sus invitados, por ello es importante saber cuántas personas invitaremos, ya que en función de ello el lugar del banquete puede tener o no disponibilidad.
Lo que un lugar de celebración debe ofrecer
Que el parking sea amplio o que se ofrezca servicio de autobuses, que los espacios estén acondicionados tanto para el calor como para el frío y que exista un plan B en caso de que llueva o haga mal tiempo, son algunos de los factores a tener en cuenta para la contratación.
Si se ha elegido una boda religiosa, lo lógico es que al lugar de celebración del banquete se llegue directamente al cóctel. De igual modo que si se hace una boda civil en un ayuntamiento. Pero si se quiere celebrar la unión donde se va a realizar la comida o cena, hay que saber si se ofrece ese servicio, si disponen de oficiantes o si se pueden contratar.
También es importante que existan espacios para que los niños puedan jugar, e incluso que haya servicio de animación. La opción de menú infantil es otro factor a tener en cuenta. Lo ideal es que tanto adultos como niños disfruten del gran día y estén atendidos por igual.
Cada vez son más las bodas que intentan impregnar la personalidad de los novios, no es tanto adaptarse a lo que la finca o el salón de bodas imponga, sino que tanto la decoración como los pequeños detalles puedan ser personales.
Los detalles de los extras
Lo mismo ocurre con el fotógrafo y el videógrafo, interesante es que la finca pueda proponer un listado de proveedores, pero también que exista la posibilidad de contratar un equipo de fotografía y vídeo externo.
Otros extras como la variedad en los corners, de comida durante el cóctel o los típicos para después del banquete como candybar, rincón del fumador o cachimbas, son de agradecer. Así como que orienten y propongan opciones en cuanto a proveedores de regalitos, decoración floral e incluso alquiler de coches de época.
En definitiva, que se involucren tanto como los novios para que la boda sea “a medida”. Por ello os recordamos que en Finca Restaurante El Vivero trabajamos para conseguir celebraciones 100% personales, para que las parejas de hoy en día hagan de su boda una gran fiesta que todos puedan recordar.