Hace unas semanas os contábamos algunas de las curiosidades en torno a porqué el vestido de novia es tradicionalmente blanco. En esta ocasión, ya que nos quedamos con las ganas, os queremos hablar sobre el origen de siete tradiciones que seguimos celebrando en una boda.
Seguramente muchas de ellas no creíamos que su origen fuese tan lejano en nuestra historia, y a más de uno le va a sorprender. Y es que al final, en esto de las bodas, seguimos siendo muy tradicionales.
Diamantes en la pedida de mano
No, no es que sea un capricho muy caro, es que el diamante es uno de los minerales más duros. De ahí la simbología con un amor inquebrantable. Lo puso de moda Maximiliano de Austria con María de Burgundy en 1477, y oye, hasta hoy.
El intercambio de anillos
Origen tan lejano como 3000 años antes de Cristo en el Antiguo Egipto. Por su forma redonda los anillos simbolizan el infinito, que es lo que se espera de un matrimonio, que sea duradero. Ponerlo en el dedo anular, ya es de época griega, y es que se decía que por ahí pasa la “vena del amor” (ohhhhhhh) directa desde el corazón.
El intercambio de arras
Del lejano Oriente, esta tradición está relacionada con el compromiso de compartir y salvaguardar los bienes futuros. Son 13 por cada uno de los meses del año, más uno reservado a aquellas personas más desfavorecidas.
La novia a la izquierda en el altar
De la Antigüedad es una tradición que venía de aquellas novias que eran secuestradas para casarse. De este modo el novio tenía libre su mano derecha para empuñar la espada en caso de que la familia de la novia viniera a rescatarla. ¿Os imagináis la estampa hoy en día?
Tirar arroz

(c) Gema Nájera
También de Oriente, tirar arroz tras la ceremonia está ligado a la fertilidad. De esta manera se está deseando a los novios que tengan una vida próspera formada por una gran familia. Y, aunque ahora se han unido el confeti o los pétalos, que dan más colorido y vistosidad, no olvidamos todos los buenos momentos que nos brinda este cereal.
Tirar el ramo
Aunque últimamente hemos cambiado el cómico momento por uno más sentimental entregando personalmente el ramo a una amiga (también se ha sumado dar pequeños ramos a las madres de los novios), no debemos olvidar que es una tradición que nos llega de la Edad Media. Las flores son símbolo de fertilidad, de ahí lanzarlo para que las amigas tengan también buena fortuna.
La luna de miel
De los Teutones nos llega la llamada luna de miel. Debía ser que las celebraciones, bajo la luz de la luna, eran largas, y es que después para reponer fuerzas, estaban varios días tomando licor de miel. Hoy algunos cambian el licor de miel por las caipiriñas en el Caribe, en algo teníamos que avanzar.