Si en anteriores entradas del blog hemos hablado del cabrito asado, o de otras delicias como el garbanzo, y también del oro líquido de nuestra dieta mediterránea como es el aceite de oliva, en esta ocasión acudimos al recetario castellano para revisitar uno de sus platos más crujientes: el cuchifrito.
Muy popular en la cocina segoviana, su receta se ha extendido a otras provincias de Castilla y León, por lo que es muy habitual encontrarlo en restaurantes que también se dedican a los asados.
De cocho, part. irreg. de cocer, y frito.
El cuchifrito o cochifrito tiene en el cochinillo su ingrediente más popular, aunque también es un plato que puede prepararse con cordero o cabrito. Porque ¡ojo!, la palabra realmente proviene de “cocho” que es cocer, y frito.
De origen pastoril, tiene su base en dos cocciones. Una primera donde se guisa el producto, y una segunda donde se consigue ese crujiente y dorado tan espectacular al freírlo.
Laurel y ajo como aromatizantes para los trocitos de cochinillo, que deben ser de unos 3 cms para garantizar un bocado perfecto en su punto, ya que así todas las piezas se cocinan por igual. Especias, vinagre y pimentón como último toque.
Un plato delicioso, que en nuestro restaurante puedes degustar en opción de ¼ de cuchifrito para dos personas y también en ración. ¡Y es que nuestro cuchifrito está que cruje!