Nos hemos acostumbrado tanto a ver a las novias de blanco, que se hace difícil asimilar cómo en un pasado, no tan lejano, vestían de negro. Pero, lo cierto, es que no ha sido siempre así. Y que no era algo generalizado, sino con matices.

Hacemos un repaso a las tendencias de los vestidos de novia. Viajamos varios siglos atrás en la historia. Y os contamos cómo los tonos de esta prenda imprescindible han ido evolucionando. ¿Nos acompañas en este recorrido?

El blanco en la época romana

Lo cierto es que la costumbre de vestir de blanco en las celebraciones importantes fue cosa de los romanos. La túnica blanca se complementaba con mantones rojos o naranjas y coronas de flores en el pelo. 

El rojo de la Edad Media

Sí, en la Edad Media la tendencia era casarse de rojo. No es difícil imaginarnos la estampa gracias a los cuadros flamencos, incluso nos vienen a la mente telas aterciopeladas. Todo engalanado con decoraciones doradas.

Los tonos pastel de 1700

Si bien en el Renacimiento se imponía el lujo con bordados de piedras preciosas, diamantes y perlas, hacia el siglo XVIII ese rojo de épocas anteriores se fue edulcorando con los tonos pastel.

¿Sabías que el blanco era símbolo de luto?

Boda Reina Victoria de Inglaterra

Efectivamente la tradición del color blanco como símbolo de luto estaba arraigada. Sin embargo, nos vamos a remontar al siglo XVI, momento en el cual Maria Estuardo se casa de blanco con Francisco de Francia. 

Imaginaos la cara de asombro ante este hecho, que no hizo sino imponer, ya sí con la Reina Victoria de Inglaterra en 1840, el blanco como tono nupcial (símbolo de virginidad y pureza a raíz del dogma católico de la Inmaculada Concepción en 1854) entre las clases adineradas. 

El vestido negro en España

Efectivamente el color blanco se había reservado para la alta sociedad. Por ello permitirse el lujo de comprar telas claras y bordados no estaba al alcance de la gente del pueblo. Se unía a ello que el blanco era más fácil que se manchase, y por tanto era un color para ocasiones muy especiales.

Se habla también de que el negro ya era color oficial para el luto, y muchas novias lo guardaban por sus padres fallecidos. También sobre la virginidad, si se casaban mayores ya la habrían perdido y la pureza del blanco no era compatible.

Lo normal es que se tratase de un dos piezas de falda corta y chaqueta, ideal para usarlo en otras ocasiones. 

Un look que se completaba con velo negro para la clase baja y mantilla para la clase media, que se sostenían con peineta o una corona de flores blancas de azahar (pureza). También un prendado de azahar en el pecho, que ya en los años 20 del siglo XX se sustituiría por un ramo de flores, incluso el velo negro por uno blanco.

La tendencia hacia el uso del blanco como color del vestido de novia, llegó a España a mediados del siglo XX. Y es que las grandes bodas de la realeza retransmitidas en televisión, como la de Fabiola o Grace Kelly, contribuyeron finalmente al cambio de paradigma.