La primera comunión es una celebración muy especial para los niños y uno de los eventos de la infancia más esperado. Para los pequeños protagonistas es un día muy importante, un día que se les quedará grabados en la retina, convierten en los auténticos protagonistas. Por esto mismo, porque los niños son los protagonistas, hay que organizar el evento pensando en ellos, algo que no siempre es fácil. Pero tranquilos que estamos aquí para aconsejaros.
El lugar
El espacio es muy importante, a los niños les gusta correr, saltar y jugar en general, por lo tanto, tenemos que encontrar un sitio donde puedan disfrutar sin que haya problemas de espacio. La mayoría de comuniones son entrada ya la primavera y con un poco de suerte el sol nos acompañará durante la celebración, por lo tanto un sitio con exteriores es lo ideal, jardines o zona infantil donde los más peques puedan pasarlo en grande, además, las fotos quedarán mucho más bonitas.
Las invitaciones
Las comuniones son uno de esos eventos donde el número de invitados es difícil de calcular; invitamos solo a la familia, familia y amigos íntimos, a los primos del pueblo… Una vez hayamos resuelto estas dudas, hay que mandar las invitaciones, y hay que hacerlo con antelación, lo ideal es entre 10 y 8 semanas antes de la comunión. Aún así habrá quién dude hasta días antes de la fecha, pero jugando con un margen de 3 o 4 personas arriba o abajo podemos cuadrar el resto de preparativos sin problema.
Sorpresas y detalles
Como bien hemos dicho, los protagonistas de este día son niños y no olvidemos que a los niños les encantan las sorpresas. Siempre es buena idea contar con algo de animación, ya sea un mago, un payaso o un animador, los niños disfrutarán como locos y no olvidarán el día de su comunión. También es importante cuidar los detalles, que nuestros invitados se lleven un bonito recuerdo del día y no podemos olvidarnos de la mesa dulce o candy bar, la figurita de la tarta, globos, y todo aquello que pueda gustar al pequeño protagonista.